Anthems of Revolution

martes, 25 de noviembre de 2008

Construir un refugio NBQ

Voy a intentar ser lo mas breve y conciso que pueda, ya que construir un refugio nuclear es relativamente facil y se pueden construir debajo de nuestra casa (en el hipotético caso de que tuviesemos un chalet) y además se pueden atener perfectamente a la Ley de Urbanismo.

Construir un refugio nuclear no es caro, pero tampoco barato, no os voy a engañar, el presupuesto oscila alrededor de los 25-30.000 euros, unos 4 o 5 millones de las antiguas pesetas.
Ya os dije que no era barato, pero esto os puede salvar el culo en el caso de que haya una guerra, una explosión nuclear o un ataque terrorista (¿estoy siendo muy alarmista?) con unas probabilidades del 100%.

Vamos con los materiales y la construcción, lo que viene a continuación son palabras de Antonio Alcahúd Lara, ingeniero industrial.

"Se trata de una estructura de hormigón armado, con un grosor de 30 centímetros aproximadamente. Suelo, paredes y techo están hechos de este material, con varillas de acero que lo recorren por dentro, de manera que queda totalmente compacto y cerrado, como si de una caja de zapatos se tratara. Las varillas están especialmente diseñadas, ya que son las que hacen que sea una caja rígida, con mucha resistencia, según explica Antonio Alcahúd Lara.

No tiene por qué tener una superficie mínima ni una capacidad específica, si bien ninguno de los que ha construido este ingeniero es para menos de 25 personas. Se debe tener en cuenta, eso sí, que la superficie mínima por persona es de un metro cuadrado.

El acceso al habitáculo se hace por una puerta bastante peculiar, de las mismas características que la de emergencia con la que también debe ser dotado el refugio. Están hechas de hormigón armado. Su peso es de dos toneladas, aunque pueden ser abiertas con un dedo. Para que el cierre sea hermético, en vez de encajar en el cerco, la puerta es de mayor dimensión. Así, sobresale del hueco, y el ajuste se produce mediante burletes de goma.

Además, las puertas no están ubicadas al azar. Si una de ellas está situada de forma que el acceso desde la casa es sencillo y lo más rápido posible, la otra tiene salida fuera de la zona de derrumbe del inmueble, libre del área de escombros, puesto que estos podrían impedir la salida.

Nada más atravesar las puertas, existe una zona cerrada –esclusa– donde se limpia el aire que pueda entrar al abrir la puerta, de forma que aunque penetrara allí, no llegaría hasta el interior del habitáculo principal. En este espacio se ubican, además, los aseos.

Esa esclusa expulsa la contaminación con un sencillo mecanismo: se recoge el aire de fuera, pasa por un filtro que lo limpia y desemboca respirable en el interior.

Aparte, existe una presurización del habitáculo por encima de la presión ambiental para evitar, en caso de filtraciones de la estructura, accesos de aire del exterior. Es decir, el aire inte
rior está a mayor presión que el exterior, impidiendo que el contaminado pueda entrar por rendijas, huecos o cualquier hipotética abertura.

Otros elementos imprescindibles para la construcción de un refugio seguro son los sistemas de ventilación y filtrado, el aire de refrigeración del habitáculo, el grupo electrógeno para el abastecimiento de energía y el depósito de gasoil.

Por otro lado están las instalaciones pertinentes para albergar el avituallamiento y para poder vivir cóm
odamente en el interior durante el tiempo necesario"

¿Que debería tener nuestro refugio nuclear?
de nuevo Antonio Alcahúd nos da la respuesta.

"Está claro que de poco sirve toda esta estructura meticulosamente diseñada y construida si luego no hay en el i
nterior lo necesario para subsistir. Tenga en cuenta que el refugio va a ser su casa, si las cosas vienen mal dadas, durante un periodo de tiempo. Y como tal, debe contar con, al menos, determinados elementos de ésta.

Así, como ya se ha mencionado, contará con aseos y duchas. Por supuesto, no faltará una cocina, si no tal cual usted la tiene en su hogar, sí al menos con posibilidades de preparar alimentos, y con otros detalles como vajillas, cazuelas...

Mesas y sillas son parte del mobiliario esencial, tanto para las horas de la comida como para descansar o realizar otras actividades. Asimismo, llegada la noche, es hora de acudir a las camas, o en su defecto, literas, que suele ser lo habitual, sobre todo por cuestión de rentabilizar el espacio.

Y si básicos son estos elementos, más
aún lo son los víveres. Este tipo de refugios están preparados normalmente para poder permanecer en ellos 14 días, que es el tiempo que tarda en bajar la radiactividad, según cálculos científicos. En estas dos semanas la radiactividad deja de ser un peligro.

Para poder sobrevivir durante este p
eriodo se precisan, como mínimo, dos litros de agua por persona y día –que irán almacenados en los depósitos con los que debe contar la construcción–. En cuanto a comida, son necesario dos kilos de cada clase de alimentos –es decir, seis kilos de comida por persona para los 14 días–.

Esto implica que el habitáculo debe contar con una despensa para contener todo este cargamento de subsistencia. Por supuesto no va a tener todos estos víveres ahí durante el tiempo de paz, sino que deberá seguir el grado de peligrosidad existente para saber que ha llegado la hora del almacenaje.

El equipo de emergencia imprescindib
le se completa con las máscaras y los trajes de protección especial. El resto, ya es cuestión de lo que cada uno estime necesario.

Las comunicaciones es algo que debiera considerar para estos casos: televisión, radio, teléfono y hasta Internet, se pueden tener dentro del refugio en funcionamiento. Y contra el aburrimiento, juegos de cartas, música y libros son algunas de las cosas que podrían completar la lista"

Ya me dareis las gracias cuando haya una explosión nuclear o una plaga zombie.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Manual de supervivencia contra robots

Bueno, aunque este blog en un principio estaba orientado a la realidad, al aquí y ahora, no podemos dejar de preocuparnos en el futuro (motivado por las crónicas de Sarah Connor) así que he encontrado en la web de NeoTeo una curiosa guía de supervivencia ante una rebelión robótica...

ahí os lo dejo.


Daniel Wilson, con un doctorado en robótica a cuestas, ha escrito su primer libro. Trata sobre robots, pero de una perspectiva diferente: ¿Cómo deberíamos defendernos de un ataque robótico en el futuro?

Wilson, eso está claro, no es un improvisado cualquiera. Posee un doctorado en robótica del Robotics Institute of Carnegie Mellon University, donde también consiguió un master en robótica y procesamiento de datos. Ha trabajado en Microsoft, el Palo Alto Research Center (PARC), y el Intel Research Seattle. Su primer libro trata sobre los pasos que debería seguir la Humanidad en el caso de que un día se alzaran las máquinas en su contra.

Si bien ya en 1942 el fecundo Isaac Asimov, en su cuento “Runaround”, estableció las tres leyes para el comportamiento de los robots, no hay ninguna seguridad que en algún momento alguien desarrolle robots (bélicos o no) que se salteen esta protección.

Los amantes del cine que vieron la serie de películas “Terminator”, recordarán que el eje del argumento se basa en un futuro alternativo, donde las máquinas alcanzan un estado de consciencia que les permite saber de su existencia, fijar objetivos propios, y en un microsegundo deciden terminar con los humanos. ¿Se trata esto de una situación factible? Viendo los avances en inteligencia artificial, es posible que sí.

Wilson propone medidas para poder crear una resistencia efectiva. Nosotros, que no podemos dejar que una tostadora con un ordenador por cerebro nos extinga, nos hemos puesto de su lado con algunas propuestas y consejos, que aprovechan los puntos débiles de estas máquinas.

Desoriéntalos
En general (o al menos es lo que se ve en las películas), los robots no suelen ser unas lumbreras, por lo que no debería resultar muy difícil fingir que atacamos de una manera (con tanques, por ejemplo), para luego bombardearlos de otra (un buen ataque aéreo) y cogerlos desprevenidos.

Destruye sus sentidos
Uno de los puntos débiles por antonomasia de un robot deberían ser sus sensores. Un robot que no pueda percibir su entorno es poco más que chatarra, así que busca la forma de cegarlo (un buen láser en los “ojos”, por ejemplo), o confundirlo con señuelos de todo tipo. Este es un buen punto: es muy difícil para una máquina saber si eso que le arrojas es una bomba o una bola de boliche, así que puede emplear todo tipo de elementos para confundirla.

Introdúcele un buen virus
Si poseen un sistema operativo, seguramente es vulnerable al ataque de virus. Si consigues la forma de colarle uno, el robot estará más lento y propenso a fallar. (¡No, no puedes instalarle Windows! ¡Está prohibido por la Convención de Ginebra!)

Utiliza un Pulso ElectroMagnetico
Si hay algo que le caiga “pesado” a cualquier bicho electrónico, es un buen Pulso ElectroMagnetico (PEM). Como efecto colateral te quedaras sin tele por unos días, pero dudo que si estás bajo ataque de un ejercito de Terminators te importe demasiado.

Destruye todas las autopistas y rutas que puedas.
A una máquina le cuesta mucho trabajo crear un “mapa” del piso bajo sus pies. Si destruyes los caminos, haciéndolos lo más irregulares posible, estarán más ocupadas en no caerse que en matarte.

Hazle las cosas lo más difícil posible.
Seguramente, los robots que están atacándote se guían por algún sistema tipo GPS. Tu prioridad debería ser impedir que capten su señal o destruir los satélites del sistema. Un robot no trabaja aislado del resto, seguramente se comunican en alguna frecuencia que puedes interferir con ruido electrónico. El clima es tu aliado: en medio de una tormenta no podrán funcionar a un 100%, así que ese será el mejor momento para abollarlos un poco.

martes, 11 de noviembre de 2008

"Tienes que saber, no temer, saber que algún día vas a morir, y hasta que no entiendas eso, eres inútil"
Fight Club

jueves, 6 de noviembre de 2008

Recetas de cocina. Capítulo IV

Ya está bien de tantas bombas, hoy vamos a hacer un detonador radiocontrolado, si si, como los de las películas.

DETONADOR RC

Ingredientes:

- Un coche, o avión, o barco, o lo que querais de radiocontrol (teledirigido de toda la vida)
- Un poco de polvora.

Preparación:

1) Vamos a la tienda a comprar el coche teledirigido (ya que es lo mas lógico y en la mayoría de situaciones mas económico) en el caso de que no tengamos ninguno en casa.
2) Una vez tengamos la cosa en nuestras manos, abrimos el coche y quitamos el solenoide o motor que controla el movimiento de las ruedas delanteras.
3) Ponemos la polvora pegada al explosivo que queremos detonar.
4) Reconectamos la parte que produce el shock o la descarga electrica a la polvora, que es lo que iniciará la explosión.

* Sobra decir que el emisor y el receptor tienen que tener baterías o pilas cargadas.

Modo de empleo:

Mueve cualquier palanca que implique el movimiento de las ruedas y ya tienes tu detonador.